Tipos de vértigo
- Vértigo Sostenido
Ocurre por una pérdida aguda de la función vestibular central o periférica.
Se desarrolla en adultos entre los 30 y 60 años con un pico de incidencia para la cuarta década en las mujeres y para la sexta en los hombres, suele ser epidémica, unilateral, precedida en ocasiones por infecciones respiratorias del tracto superior, sugiriendo una causa viral, aunque en la mayoría de los casos la etiología no se puede demostrar.
Se caracteriza por ataque sostenido de vértigo asociado a desequilibrio postural con sensación de caída en los primeros días contra lateral al sitio de lesión, nauseas, vómitos y nistagmus horizonto-torsional que bate hacia el lado contrario del laberinto afectado y es más marcado cuando se mira en dirección de la fase rápida del mismo, sin disfunción neurológica o de la vía auditiva.
El test calórico realizado con el método de Hallpike muestra paresia del canal comprometido.
La recuperación vestibular se produce muy lentamente en la gran mayoría de los pacientes, entre la 1ra y la 6ta semana, pero algunos persisten con sus síntomas y otros desarrollan un Vértigo Posicional Paroxístico.
El Diagnóstico Diferencial debe hacerse con los cuadros de vértigo que se asocian a sordera y se observan en diferentes entidades infecto-contagiosas como las paperas, sarampión y monomucleosis infecciosa. Pero el mayor problema diagnóstico se presenta con la seudo neuronitis vestibular: causada por infartos parciales en territorios irrigados por las arterias cerebelosas (AICA/PICA) o por placas de Esclerosis Múltiples.
Es importante realizar un examen minucioso de la función óculo-motora buscando anormalidades centrales en dicha evaluación ya que desde el interrogatorio es imposible establecer el diagnóstico diferencial.
- Vértigo Posicional
Ocurre por una pérdida aguda de la función vestibular central o periférica. Son desencadenados por una POSICION.
Vértigo posicional paroxistico beningo (V.P.P.B.) es la causa de vértigo más frecuente. De origen desconocido en un 50% de los casos, o secundario a un traumatismo de cráneo 50%. Se caracteriza por ataques vertiginosos de muy breve duración precipitados por movimientos cefálicos hacia el oído afectado.
El diagnóstico es confirmado por las maniobras posicionales (maniobra de Hallpike) que provoca la descarga de movimientos oculares (nistagmus) y vértigo. El 70% de los pacientes se recupera en dos meses cuando no se lo trata y un 20 – 30% presentan una recurrencia en forma periódica durante años.
Se produce por el desprendimiento de otoconias (depósitos normales de calcio) en el canal semicircular.
Basados en estos principios fisiopatológicos se han desarrollado efectivas maniobras terapéuticas para dejar libre al canal de dichas partículas.
El Diagnóstico Diferencial principal debe hacerse con las formas de vértigo o nistagmus posicionales centrales secundarios a infartos y tumores de cerebelo, a esclerosis múltiple y a la malformación de Arnold, Chiari.
Mirá una entrevista sobre vértigo posicional paroxístico beningo
- Vértigo Recurrente
En el Vértigo recurrente no posicional: la etiología en el 70 % de los pacientes se desconoce pero la Enfermedad de Meniere tiene en este grupo la mayor prevalencia.
En orden de frecuencia de patologías periféricas siguen la Otosclerosis y las fístulas perilinfáticas (3). Las formas centrales responden a causas vasculares o desmielinizantes de tronco encefálico (3-6).
La enfermedad de Menière, de causa desconocida, se asocia a hidrops endolinfáticos, y es sobre diagnosticada en un alto porcentaje de pacientes. Afecta a individuos entre 30 y 50 años con una leve preponderancia en las mujeres.
Se caracteriza por un cuadro de vértigo severo, que postra al paciente y dura horas, acompañado usualmente por síntomas auditivos: como tinnitus, sensación de oído tapado, y pérdida de la audición.
Todas estas manifestaciones son en el 85% de los casos unilaterales. Estas crisis ocurren con intervalos irregulares la inestabilidad postural persiste por unos días.
En los primeros estadios de la enfermedad los pacientes están libres de síntomas después del episodio vertiginoso pero con el correr del tiempo desarrollan tinnitus y pérdida auditiva progresiva que fluctúa y se acentúa en la crisis. No es fácil reconocer la enfermedad de Meniere si es el primer ataque siendo esto más sencillo cuando el paciente tiene episodios recurrentes y entre los antecedentes figuran la tríada característica de Tinnitus, pérdida auditiva y vértigo.